Gastronomía y dónde comer
Entre la gastronomía de Salinas destacamos, por su situación costera, los productos del mar, que son de primera calidad al igual que, dado el carácter rural de los pueblos vecinos del interior, sus carnes.
Calderetas, pescados a la plancha o al horno, rollo de bonito, almejas a la marinera, merluza a la sidra.....
No hay que dejar de probar la fabada, el pote asturiano, el cachopo, los escalopines al cabrales, los tortos y las andaricas, entre otros.
Entre sus postres destacamos el arroz con leche, la tarta de manzana, los frixuelos (similares a los crêpes) o la tarta de queso.
Y, por supuesto, todo ello bañado con la bebida típica de Asturias, la sidra natural, asociada a la fiesta gastronómica más característica de la región: la espicha, degustación de tradicionales manjares acompañados de la imprescindible sidra.
Prueba del buen hacer de sus fogones dan fe las diversas Jornadas Gastronómicas, Festivales y Concursos que se organizan a lo largo de todo el año:
• Las Jornadas de las berzas (febrero) en Salinas.
• El bacalao (Semana Santa) en Salinas.
• Festival del oricio (marzo) en Las Bárzanas
• El cordero a la estaca (julio) en Las Bárzanas.
• Concurso de empanadas (julio) en Piedras Blancas
Salinas cuenta con numerosos restaurantes con variedad de precios y especialidades. Ahí van unos cuantos:
El Real Balneario es el único restaurante del concejo con una Estrella Michelín, dos Soles Repsol y un Premio Nacional de Gastronomía. Es, sin duda, un restaurante estupendo para ocasiones especiales pero prepárate para rascarte el bolsillo.
Si te apetece probar uno de los mejores brunch que se sirven en Asturias o tomarte un vermú con unas vistas de escándalo, no te puedes perder el Ewan, en pleno paseo marítimo. En realidad es una gran opción para cualquier hora del día. Nosotros vamos a veces a merendar porque hacen unos postres deliciosos. Es uno de los protagonistas del post 10 chiringuitos de playa en Asturias…
Una apuesta segura y con un buen rollo absoluto, La Luna. Lo puedes encontrar en la primera torre de viviendas a pie de costa. Un bar pequeño con una decoración muy chula, una decena de mesas y unas 2 horas de espera en los fines de semana de temporada alta. Como estás a gusto porque el buen rollo te invade, mientras esperas te tomas unas cervecitas frente al mar tan ricamente y sin rechistar. Allí puedes encontrar una carta con pocos platos pero que abarcan la gastronomía típica de todos los continentes. No te pierdas la «Moon burger» de pollo con jalapeño y los burritos.
Al lado de La Luna está El Agüita. Con un estilo de comida similar pero con una carta menos variada, es una buena opción si quieres un ambiente más tranquilo y menos ruidoso. Aunque ya te advierto que en verano va a estar igualmente muy concurrido.
En el interior del pueblo, al lado de la iglesia, se encuentra El Cortijo, un restaurante de toda la vida con la decoración típica de un patio andaluz. El sitio ideal para tomar una sidra acompañada de una tempura de verduras a las 3 salsas.
Especialmente concurrido los fines de semanas de otoño, primavera e invierno, y muy animado todos los días del verano.
También te atenderán bien en La Colonial, sidrería moderna con cocina típica asturiana, en El Nabuccobar, hamburguesería que se convierte en bar de copas por las noches, y en El Piemonte, asador especializado en carne de caza.
Si te gustan los pasteles, date una vuelta por Confitería Carmen. Tienes unos cuantos.





